Lucia (Lucy) Cordero was born in 1941 in Arecibo, Puerto Rico. When she was twenty-one, she married Angel Cordero. They lived and raised their children in the city of San Juan. Her husband worked with the Federal Aviation Administration as a traffic controller and in 1982, he was transferred to Charleston, South Carolina. They moved with their three young adult children and got established in Goose Creek, South Carolina. Cordero describes Charleston in the 1980s, stating the Latino community was almost non-existent. Cordero remembers she met her first friend at Sunday mass at the Naval Weapon Station's church, and thanks to her, they connected with other Latino families. Soon, they started gathering to share celebrations and to keep their cultural heritage alive. This small circle expanded to more military families and gave birth to the Tri-County Hispanic American Association. This organization, the oldest Latino organization in the Lowcountry, was later instrumental in the organization of the first Latino festivals in the area. The Catholic faith was very central to community life, and Cordero remembers their efforts to have Spanish Sunday mass celebrated in the Charleston area. Finally, Cordero reflects on the growing Latino community in the region and the challenges the community faces. Descripción: Lucia (Lucy) Cordero nació en 1941 en Arecibo, Puerto Rico. A los veintiún años se casó con Ángel Cordero. La pareja se estableció en la ciudad de San Juan y allí criaron a sus tres hijos. Angel trabajaba para la Administración Federal de Aviación como controlador de tráfico. Cuando en 1982 fue trasladado al aeropuerto de Charleston en Carolina del Sur la familia se radicó en Goose Creek. Cordero describe Charleston en los años ochenta y afirma que la comunidad latina de tan pequeña, era casi inexistente. Sin embargo, encontraron a su primera amiga en la misa dominical en la base naval (Naval Weapon Station) y fue así que conocieron a otras parejas con las que empezaron a reunirse para compartir su cultura y celebraciones. Tanto disfrutaban estos encuentros que su pequeño círculo pronto se amplió a más familias militares. Los Cordero fueron socios fundadores de una organización llamada The Tri-County Hispanic American Association. Esta organización desempeñó un papel decisivo en la organización de los primeros festivales latinos de la zona. Cordero recuerda también que estas familias trabajaron arduamente para que hubiera misas en español en el área de Charleston. Finalmente, reflexiona sobre el crecimiento de la comunidad latina en el Lowcountry y los desafíos que esta enfrenta.
María Asunción Córdova was born and grew up in Punta Arenas, Chile. She is the daughter of Miguel Córdova and the writer María Asunción Requena. When she was eleven years old, her parents divorced and she moved with her mother and her two brothers to Santiago de Chile. Cordova attended the University of Chile, where she graduated with the title of Doctor in Dental Surgery. There, she met her husband, Dr. Carlos Salinas. In 1972, Córdova and Salinas relocated to Baltimore, Maryland to work at the Johns Hopkins University. In this interview, Córdova remembers her life in Chile and reflects about her experiences as a young professional, mother, and activist. / María Asunción Córdova nació y vivió su infancia en Punta Arenas, Chile. Es hija de Miguel Córdova y de la escritora María Asunción Requena. Cuando tenía once años sus padres se divorciaron y tuvo que mudarse junto a su madre y sus dos hermanos a Santiago de Chile. Córdova estudió en la Universidad de Chile, donde se graduó con el título de Doctor en Cirugía Dental. Allí conoció a su esposo, el Dr. Carlos Salinas. En 1972, Córdova y Salinas se radicaron en Baltimore, Maryland para trabajar en la Universidad Johns Hopkins. En esta entrevista, Córdova recuerda su vida en Chile y reflexiona sobre sus experiencias como joven profesional, madre y activista.
In this second interview, Córdova delves into the vicissitudes of her family, professional and community life in Charleston, South Carolina, where she has lived since the mid-70s. Córdova remembers the obstacles and challenges she faced as a foreign-born in establishing herself professionally in the United States, and tells about the beginnings of the Círculo Hispanoamericano de Charleston in 1978 reflecting on the past, present, and future of the organization. She also recalls her participation and leadership in Amnesty International, YWCA and the first editions of Piccolo Spoleto Festival. / En esta segunda entrevista Córdova profundiza en las vicisitudes de su vida familiar, profesional y comunitaria en Charleston, Carolina del Sur donde reside desde mediados de los años setenta. En la entrevista, Córdova recuerda los obstáculos y desafíos que sobrellevó para establecerse como profesional extranjera en Estados Unidos y rememora los inicios del Círculo Hispanoamericano de Charleston en el año 1978 reflexionado acerca de la trayectoria, presente y futuro de la organización. También cuenta acerca de su participación y liderazgo en Amnistía Internacional, YWCA y las primeras ediciones de Piccolo Spoleto Festival.
Consuelo Campos was born in Aquila, Michoacán, Mexico. Because her family was very poor and she was the oldest of thirteen siblings, she started working at an early age in the production of bricks and selling food that her mother prepared. She attended school only for two years after the village priest convinced her father that education was necessary and important. Poverty and the news of prosperity that came from the north fueled her desire to emigrate and help her family. At the age of nineteen, she married a young man from her town who worked as an agricultural worker in the United States. Soon after, in 1989 they settled in the state of Washington. In 1992, they moved to Wadmalaw Island, South Carolina but continued to travel as a migrant working family. Finally, after almost ten years working in the fields and concerned about her children’s wellbeing, she decided to settle down and began to clean houses in Johns Island. She learned English and opened several small businesses, including a cleaning company and a restaurant. At the time of the interview, Campos was working full-time with the company Mary Kay. She reflects on the reasons for emigrating, remembers life on Johns Island and Wadmalaw Island in the 90s, and takes pride in accomplishing her goal of helping her family. / Consuelo Campos nació en Aquila, Michoacán México. Su familia era muy pobre y como era la mayor de trece hermanos tuvo que comenzar a trabajar desde muy pequeña en la producción de ladrillos y vendiendo comida que su madre preparaba. Asistió a la escuela solamente por dos años después de que el sacerdote del pueblo convenciera a su padre de la que la educación era necesaria e importante. La pobreza y las noticias de prosperidad que llegaban desde el norte alimentaron su deseo de emigrar y ayudar a su familia. A los 19 años se casó con un joven de su pueblo, que se desempeñaba como trabajador agrícola en los Estados Unidos y con él, en el año 1989 se radicó en el estado de Washington. En 1992 se mudaron a Wadmalaw Island, Carolina del Sur, pero siguieron viajando en familia como trabajadores migrantes. Finalmente, después de casi diez años trabajando en el campo y pensando en el bienestar de sus hijos, decidió establecerse y para ganar su sustento empezó a limpiar casas en Johns Island. Aprendió inglés y abrió varios pequeños negocios, entre ellos una compañía de limpieza y un restaurante. Al tiempo de la entrevista Campos estaba abocada a tiempo completo a trabajar con la compañía Mary Kay. Campos reflexiona sobre las razones para emigrar, recuerda la vida en Johns Island and Wadmanlaw Island en la década de los noventa y se enorgullece de haber logrado su objetivo de ayudar a su familia.
María was born in Caracheo, Guanajuato, Mexico. She is the youngest of eleven siblings in a family dedicated to rural work. She got married when she was twenty years old. Soon after, her husband, following in the footsteps of family and friends, left for the United States to work in agriculture. While her husband worked in the United States, she took care of the family in Caracheo. Each year, her husband went back home. However, after the terrorist attack in New York City, the trip became increasingly more dangerous. Thinking that her children needed to be with their father and have a better future, Maria decided to move to the United States and settled in Johns Island, South Carolina. In the interview, Maria talks about the process of adaptation to life in the United States, the difficulties related to physical and cultural isolation and the support she received from the island's Hispanic community. Maria affirms that, despite the obstacles, she is happy because her family is reunited and her children are well. At the time of the interview, Maria had four children and two grandchildren. / María, nació en Caracheo, Guanajuato, México. Es la menor de once hermanos de una familia dedicada al trabajo rural. A los veinte años se casó. Al poco tiempo su esposo, siguiendo los pasos de familiares y amigos, se marchó a los Estados Unidos para trabajar en la agricultura. Mientras Su esposo trabajaba en Estados Unidos ella cuidaba la familia en Caracheo. Cada año su esposo regresaba al pueblo para estar con la familia. Pero después del ataque terrorista en la ciudad de Nueva York el viaje se volvió cada vez más peligroso. Para que sus hijos pudieran crecer junto a su padre y tener un mejor futuro, María decidió mudarse a Estados Unidos y se estableció en Johns Island, Carolina del Sur. En la entrevista, María habla acerca del proceso de adaptación a la vida en Estados Unidos, las dificultades relacionadas con el aislamiento físico y cultural y el apoyo que recibió de la comunidad hispana de la isla. María afirma que, a pesar de los obstáculos, ella es feliz porque su familia está reunida y sus hijos están bien. Al momento de la entrevista María tenía cuatro hijos y dos nietos.