Paula Tejeda was born in San German, Puerto Rico in 1946. Besides her daily job as Charleston School of Law Associate Law Librarian and Head of Technical Services, Tejeda is the president of Círculo Hispanoamericano de Charleston. In the interview, she remembers her childhood, her college years, and her vast career as a professional librarian in Puerto Rico, Santo Domingo, Florida, and South Carolina. In 1985, she moved with her husband to Santo Domingo because he was employed at Gulf and Western Industries. Four years later, they relocated to Florida and lived there until her two sons reached adulthood. Then, she received a proposal to join the newly opened Charleston School of Law and decided to accept the challenge. In 2004, Tejeda and her husband moved to the Lowcountry and were surprised to find a very diverse Hispanic population in terms of nationalities of origin. Soon, Tejeda and her husband joined the Círculo Hispanoamericano de Charleston. Tejeda describes the history, mission, and goals of Círculo Hispanoamericano de Charleston, an organization she has fully embraced, serving as treasurer and president. Descripción: Paula Tejeda nació en San Germán, Puerto Rico en 1946. Se radicó en Carolina del Sur en el año 2004 para desempeñarse como subdirectora y jefa de Servicios Técnicos de la Escuela de Derecho de Charleston (Charleston Law School). En la entrevista, Tejeda recuerda su infancia en Puerto Rico, sus años en la universidad y su vasta carrera profesional en Puerto Rico, Santo Domingo, Florida y Carolina del Sur. En el año 1981, Tejeda y su esposo se establecieron en Santo Domingo donde él trabajaba para la compañía azucarera Gulf and Western. Cuatro años más tarde se trasladaron a Florida. Cuando sus hijos crecieron y dejaron la casa paterna, Tejeda recibió la propuesta de unirse al cuerpo profesional de la nueva Escuela de Derecho de Charleston. En Carolina del Sur, encontró una población hispana diferente a la de Florida, una comunidad que ella describe como mucho más diversa en términos de nacionalidades de origen. Al poco tiempo de llegados, ella y su marido se unieron al Círculo Hispanoamericano de Charleston, organización en la que se ha desempeñado como tesorera y presidenta. Finalmente, Tejeda describe la historia, misión y objetivos de esta institución.
Diana Salazar is a Mexican American born in Homestead, Florida. Her father and grandfather worked as labor contractors, supplying immigrant workers to farmers on the Eastern Seaboard. In the interview, Salazar remembers when she was twelve and a teacher told her “do not become a statistic Mexican girl that works in the fields and gets pregnant. […] You go get your education because you’ve got it in you.” She also recalls that as a child she witnessed an immigration raid on a labor camp in Maryland. Though she knew she was not at risk of being deported, the events left a deep impression upon her. Around the age of sixteen, her parents moved to Orlando and stopped being migrant workers because they did not want this lifestyle for their children. Later, they moved to Hollywood, South Carolina where Salazar completed her high school senior year at Baptist Hill High. She returned to Orlando, Florida where married her first husband. She came back to the Lowcountry in the 1980s with her second husband and first child. Salazar tells about her extensive work experience and activism. In 2006, when massive immigrant protests were held around the country to raise awareness about the struggles of undocumented individuals and demand comprehensive immigration reform, three thousand people congregated in Marion Square in Charleston. Salazar tells she organized the march with the guidance and support of her cousin Emma Lozano, a Chicago activist, but she found no support from local politicians. Salazar is proud of her achievements, among them being the recipient of the Martin Luther King Picture Award. Descripción: Diana Salazar nació en Miami, Florida. Su padre y abuelo trabajaron como contratistas, supliendo de mano de obra de trabajadores inmigrantes a los agricultores de la costa este de Estados Unidos. En la entrevista, Salazar recuerda dos eventos que la marcaron siendo niña. El primero fue una conversación con un profesor que le dijo "no te conviertas en una estadística, otra chica mexicana que trabaja en el campo y se embaraza joven. [...] ve y edúcate". El otro suceso fue una redada de inmigración de la que fue testigo en un campo de trabajo en Maryland; a pesar de que sabía que no estaba en peligro de ser deportada quedó profundamente impactada. Cuando tenía aproximadamente dieciséis años sus padres decidieron dejar la vida migrante y se establecieron en Orlando, Florida. Más tarde se trasladaron a Hollywood, Carolina del Sur y fue allí, en la escuela Baptist Hill donde Salazar curso su último año de la preparatoria. Siendo muy joven se casó y fue a vivir Orlando con su marido. En los años ochenta regresó a Carolina del Sur con su segundo marido y su primer hijo y desde entonces ha residido en el Lowcountry. En la entrevista, Salazar cuenta sobre su amplia experiencia laboral y su activismo. En el año 2006, cuando miles de personas marcharon en distintas ciudades del país para crear conciencia sobre las luchas de los indocumentados y para exigir una reforma legislativa, alrededor de tres mil personas se congregaron en Marion Square en Charleston. Salazar explica que fue ella quien organizó la marcha, que recibió el apoyo de su prima Emma Lozano, una activista de Chicago, pero que en cambio, no encontró repuesta positiva en los políticos locales. Salazar se siente orgullosa de sus logros entre los cuales figura de haber sido elegida para recibir un premio por su trabajo en la comunidad llamado Martin Luther King Picture Award.
In this interview, health worker and community activist, Romina McCandless (b. 1983), talks with her mother, Mirna Bria (b. 1946), about her life experiences as immigrants. In 1984, Bria and her husband left their native Argentina and moved with their two young kids to South Africa looking for better economic opportunities. At the end of the Apartheid in 1994, the family relocated to Hilton Head, South Carolina where McCandless lived until she left to attend the College of Charleston. In the first part of the interview, McCandless and Bria remember the years they lived in South Africa, the reasons why they moved to Hilton Head, and the challenges they faced in both places. They share memories but present different explanations about the events they recall. In the second part of the interview, McCandless focuses on her community work. She explains that while working as an interpreter at MUSC, she became aware of the disparities in health care access and delivery related to race, ethnicity and socioeconomic factors that were affecting the Hispanic community. This knowledge fueled her passion for improving the health care system. She obtained a Master’s degree in Health Education and got involved with PASOs, a South Carolina nonprofit organization that focuses on enhancing the Latino community access to health services. McCandless also tells about her work as an SC ACLU Board Member and how this organization was involved in challenging the SC Immigration law SB 20. At the end, mother and daughter remember the last days of Mr. Bria. Descripción: En esta entrevista, la activista comunitaria y trabajadora de la salud Romina McCandless (1983) habla con su madre Mirta Bria (1946) acerca de sus experiencias de vida como inmigrantes. En 1984, Bria y su marido dejaron su Argentina natal y se trasladaron con sus dos hijos pequeños a Sudáfrica en busca de mejores oportunidades económicas. En 1994, después de la caída del Apartheid, la familia volvió a migrar y se estableció en Hilton Head, Carolina del Sur. En esa ciudad creció McCandless hasta que dejó la casa de sus padres para ir a estudiar al College of Charleston. En la primera parte de la entrevista, McCandless y Bria recuerdan los años que vivieron en África del Sur, las razones por las cuales llegaron a Hilton Head y los desafíos que enfrentaron en ambos lugares. Madre e hija intercambian recuerdos, pero ofrecen diferentes explicaciones y significados a los eventos que recuerdan. En la segunda parte de la entrevista, McCandless se centra en sus pasiones: el trabajo comunitario y las políticas de salud. Explica que trabajando como intérprete en MUSC se dio cuenta de las disparidades en la prestación y acceso a servicios de salud y entendió como la raza, el origen étnico y los factores socioeconómicos afectaban negativamente a la comunidad hispana. Este conocimiento alimentó su pasión por mejorar el sistema de salud. Obtuvo una Maestría en Educación para la Salud en la Universidad de Carolina del Sur y se involucró con PASOs, una organización sin fines de lucro cuya misión es mejorar el acceso de la comunidad latina a los servicios de salud. McCandless también cuenta acerca de su trabajo en la junta de directores de la Asociación Americana de los Derechos Civiles (ACLU) y como esta organización lideró el proceso para recusar la ley de inmigración de Carolina del Sur SB 20 . Al final de la entrevista Bria y McCandless recuerdan los últimos días del señor Bria.
Lydia Cotton was born in Puerto Rico in 1962. She moved to the Lowcountry in the 1980s. A hard-working woman, her life changed dramatically in 2003 after surviving brain cancer. She was unable to maintain regular employment, but she was determined to make the best of her life. She concentrated her talents and energies on helping the growing Hispanic community in the City of North Charleston. Soon, she became the liaison between the Hispanic Community and the Department of Police of the City of North Charleston. Thanks to this partnership and strong community work, the level of crime in the city reduced significantly. Cotton explains how she has built trust with the residents and authorities over the years and remembers how she and other community workers organized the first community meetings in Spanish in the City of North Charleston. Cotton reflects about the need for community involvement and participation in civic issues, how she understands leadership, and talks proudly about the volunteer work done by a group of Hispanic residents called “Dame la Mano.” Finally, she tells about her last project, a weekly radio program in Spanish that she sees as a new channel to inform, educate, and help people to access the resources they need. Descripción: Lydia Cotton nació en Puerto Rico en 1962 y en los años ochenta se estableció en el Lowcountry. Independiente y trabajadora, su vida cambió drásticamente en el año 2003 cuando le diagnosticaron un tumor cerebral. Afortunadamente se recuperó, pero quedó incapacitada para trabajar en forma regular. Desde entonces concentró sus talentos y energía en ayudar a la creciente comunidad hispana de la Ciudad de North Charleston. Pronto se convirtió en intermediaria y mediadora entre la comunidad hispana y el Departamento de Policía de la Ciudad de North Charleston. Gracias a este trabajo colaborativo el nivel de crimen en la ciudad se redujo notablemente. Cotton explica la naturaleza de su trabajo y cómo fue el proceso de ganarse la confianza de los vecinos y las autoridades. También recuerda como ella y otros trabajadores de la ciudad organizaron las primeras reuniones comunitarias en español en la Ciudad de North Charleston. Explica cuál es su concepción de liderazgo y discurre acerca de la importancia de la participación en temas cívicos. Habla con orgullo de un grupo de vecinos que han formado una organización sin fines de lucro llamada "Dame la mano". Finalmente, cuenta acerca de su nuevo proyecto “Hola Familia” un programa radial semanal y en español que busca informar y educar a la comunidad.
JoDee Robinson (b.1969), a child of Cuban immigrants, was born in New York and grew up in New Jersey. Her father owned a restaurant that was at the center of family life. There, Robinson learned to work, made friends, and met her future husband, Richard Robinson. In the interview, Robinson tells about her childhood and teen years as a first-generation American child, and reflects on how their parent’s background, language, and culture colored her experiences. She married an Irish man and soon they realized had very different expectations about roles and responsibilities in the family. Soon after marrying, the Robinsons decided to move south. They lived for a while in Miami, Florida, but finally got established in Summerville, South Carolina. Robinson worked as an interpreter at Midland Park Elementary and did volunteer work with a Hispanic Methodist Pastor. She experienced firsthand the needs of the children and families and was moved to give a creative and positive answer. With that goal, the Robinsons created the nonprofit organization, Nuevos Caminos. In 2011, they were deeply involved in challenging the South Carolina Immigration Law SB 20. Robinson says she was outraged because she realized her own father, a Cuban-American with a strong accent, was at risk to be singled out, stopped and detained if the law passed with full force. In the interview, she also talks about the racism she has encountered while living in South Carolina. Descripción: Hija de inmigrantes cubanos, JoDee Robinson (1969) nació en Nueva York y se crio en Nueva Jersey. Su padre era dueño de un restaurante que fue el centro de la vida familiar. Allí, Robinson aprendió a trabajar, hizo amigos y conoció a su futuro marido, Richard Robinson. Robinson reflexiona acerca de sus años de infancia y adolescencia como hija de inmigrantes y explica como la historia de sus padres, su cultura y lenguaje matizaron todas estas vivencias tempranas. Al poco tiempo de casados, los Robinson decidieron mudarse al sur. Residieron por un tiempo en Miami, Florida pero finalmente se radicaron en Summerville, Carolina del Sur. Robinson trabajó como intérprete en la escuela Midland Park e hizo trabajo voluntario con un pastor de la Iglesia Metodista. Caminando los barrios fue testigo de las necesidades de los niños y las familias. Así nació su determinación de dar una repuesta apropiada y para hacerlo fundó junto a su esposo la organización sin fines de lucro, Nuevos Caminos. En 2011, los Robinson participaron activamente en la recusación de la ley de inmigración de Carolina del Sur SB 20. Robinson cuenta que el proyecto de ley la afectó de manera personal porque se dio cuenta de que su propio padre, un cubano-americano que habla inglés con acento extranjero, corría el riesgo de ser detenido y maltratado si la ley se aprobaba en toda su extensión. Finalmente, cuenta sobre el racismo que ella ve en Carolina del Sur y cuales son sus planes para el futuro.